Resulta difícil pensar en una aplicación de la que hagamos uso más intensivo que un navegador web. Y, sin embargo, como se extrae de esta comparativa, llama la atención el hecho de que no siempre los programas más utilizados son los más rápidos ni los más optimizados a nivel interno.
Algo más de un año después de que pusiéramos frente a frente seis de los principales navegadores que pone a nuestra disposición Internet en régimen gratuito, observamos que, en determinados casos, el número de versión se ha incrementado en varios enteros. En otros, sencillamente ha avanzado unas décimas o lo que en su momento se ofrecía como versión beta ha evolucionado hasta convertirse en el lanzamiento definitivo.
A primera vista, los cambios son menores. Cierto es que a buena parte de los navegadores les han agregado funcionalidades para equipararlos a los productos de la competencia, pero no es menos cierto que esto ha provocado que las características que ofrecen se parezcan más y más entre sí. No obstante, tras someter a cada una de las aplicaciones a una serie de benchmarks y tests de compatibilidad, certificamos que las diferencias respecto a las versiones previas y a los demás programas de este ámbito resultan muy patentes. Sucede que las más fundamentales se centran en aspectos imperceptibles a simple vista: su eficiencia y su velocidad.
Una vez más, cabe no perder de vista que, dado que hacemos un uso muy intensivo del navegador, este quedará en buena parte condicionado por nuestros hábitos. Sabemos que generalmente supone un incordio adaptarse a los cambios que presenta una nueva aplicación respecto a la que llevamos años usando. Sin embargo, familiarizarse con la nueva interfaz,atajos de teclado y, en definitiva, con todo el elenco de particularidades que presenta una nueva versión compensará sobradamente el esfuerzo.
HTML5 se encuentra cada vez más presente
Al cliente que empleamos para leer y poder interactuar con las páginas y aplicaciones web que ponen a nuestra disposición los servidores le pedimos que sea rápido y que sea cómodo, pero también que sea compatible con los nuevos estándares que imperan en Internet.
Aunque en la Red conviven páginas desarrolladas en momentos muy diversos, los principales sitios web están ofreciendo cada vez con mayor frecuencia funcionalidades basadas en estanueva versión del lenguaje HTML. Es el caso de Gmail, que brinda la opción de arrastrar archivos adjuntos desde cualquier carpeta al propio navegador web. Asimismo, YouTube contempla desde hace tiempo la posibilidad de visualizar los audiovisuales que hospeda enHTML5 Video (www.youtube.com/html5), una tecnología para distribuir vídeo a través de la Red que en un futuro podría reemplazar a la hoy todavía hegemónica tecnología Flash Video.
¿Quién dicta los estándares?
En sentido estricto, el World Wide Web Consortium (www.w3c.es), por supuesto. En un entorno como el que nos ocupa, resulta fundamental que exista una organización que aporte y pormenorice las especificaciones que deberán seguir tanto los webmasters a la hora de crear sus páginas y aplicaciones on-line como los desarrolladores de software de navegación. Sin embargo, ignorar que determinados navegadores tienen un peso específico a la hora de señalar cuál será el código de las páginas supondría caer en un error.
Efectivamente, la principal preocupación de todo administrador de sitios web es que la inmensa mayoría de los usuarios no experimenten la más mínima dificultad a la hora de consultar la información, ejecutar scripts y aplicaciones, etcétera. Y quienes integran esa inmensa mayoría, no lo olvidemos, son aquellos que emplean los navegadores más populares. En consecuencia, por más que los tests certifiquen que, en abstracto, aplicaciones como Internet Explorer o Mozilla Firefox ofrecen una compatibilidad relativamente limitada con las nuevas tecnologías tal y como vienen dictadas por el World Wide Web Consortium, lo cierto es que sus usuarios pueden tener la seguridad de que los webmasters cuidarán de que no se les presenten problemas de visualización ni de ejecución. La pregunta es: ¿Van a seguir siendo estos dos los navegadores más usados indefinidamente?
Cambio de paradigma
A finales de 2011, las estadísticas globales que nos proporciona la página de StatCounter(http://gs.statcounter.com) certificaban que Google Chrome se adelantaba por primera vez aFirefox en número de usuarios. Dado que los datos provienen del estudio de los cerca de tres millones de sitios que emplean este servicio de análisis de tráfico, no parece haber razones para ponerlos en duda, especialmente si tenemos en cuenta que las estadísticas que proporcionanGetClicky (www.getclicky.com/marketshare/global/web-browsers) y otras páginas similares apuntan en la misma dirección.
Efectivamente, tanto la aplicación desarrollada por Mozilla como el propio Internet Explorer estánperdiendo usuarios de manera sostenida. Este goteo parece dejar constancia de que, por una parte, Google está realizando una excelente labor en las encarnaciones más recientes de su navegador. Por otra, que sus usuarios pueden darse por acogidos en esa «gran mayoría» a la que los webmasters tratarán con especial mimo tanto en el presente como en el futuro próximo. Queda por verificar hasta qué punto es merecido el meteórico ascenso de este navegador, y esa ha sido una de las cuestiones clave a las que hemos prestado especial atención en la realización de la presente comparativa.
Glosario
Cliente. Aplicación que nos permite acceder desde nuestro equipo a un servicio que brinda otro ordenador al que se denomina servidor. En el ámbito que nos ocupa, el de la World Wide Web, el navegador ejerce de cliente para interactuar con los servidores de la Red.
HTML5. Última revisión de la sintaxis del lenguaje de marcado que se emplea para confeccionar las páginas de la Red. Para hacernos idea de su importancia, atendamos al hecho de que la revisión anterior, que dio como resultado el HTML4, data de 1997.
HTML5 Video. Conjunto de estándares gracias al cual es posible reproducir documentos de vídeo en streaming en páginas web sin recurrir al celebérrimo Flash Video, que sigue siendo el que impera en la actualidad.
Motor de renderizado. Núcleo del navegador que se encarga de formatear y dibujar en pantalla las páginas a partir del código HTML y de la información de formato adicional (hojas de estilo en cascada CSS…).
Servidor. Equipo que proporciona servicios a otros ordenadores que se denominan clientes. Si para ejercer de cliente nuestro equipo deberá ejecutar un navegador web, para actuar como servidor tendrá que utilizar un paquete como Apache HTTP Server Project(http://httpd.apache.org) o Internet Information Services (www.iis.net).
l World Wide Web Consortium. Organización también conocida por la abreviatura W3C que, desde mediados de los años 90, ofrece recomendaciones acerca de los estándares a los que deben obedecer tanto el código de las páginas web como los navegadores que las interpretan.
Conoce las pruebas realizadas por PCA Lab
La interfaz minimalista que en su momento popularizara Google Chrome, con barras de herramientas menguantes para dejar el máximo espacio al área de visualización de páginas, ha ido calando entre sus competidores hasta el punto de que el aspecto que ofrecen todos es muy similar. También sus funcionalidades han ido equiparándose, y hoy todos ofrecen navegación mediante pestañas, búsquedas directas a partir de la barra de direcciones y otras opciones que, no hace tanto, nos obligaban a recurrir a una aplicación específica. Cabe tener en cuenta, además, que en caso de que alguna característica no se ofrezca en el paquete de instalación básico del programa que elijamos, con frecuencia podremos agregarla o perfilar su funcionamiento mediante extensiones adicionales.
En vista de esta homogeneización, nos ha parecido lógico centrar la comparativa en facetas como el rendimiento y la compatibilidad con HTML5 y tenerlas muy presentes a la hora de otorgar puntuaciones. Así, para determinar la aptitud de cada aplicación en ambas vertientes, la hemos sometido a una serie de tests.
Por un lado, hemos ejecutado Peacekeeper Browser Benchmark(http://peacekeeper.futuremark.com). Esta página evalúa la velocidad de nuestro navegadoren un amplio abanico de frentes, calibrando desde el tiempo que tarda en renderizar ymodificar los elementos HTML de las páginas web hasta el que emplea para simular fenómenos físicos con elementos en movimiento. Su versión más reciente analiza además lacompatibilidad del software con HTML5, proyectando vídeos en este formato y realizando otras operaciones. No obstante, en ese segundo ámbito nos hemos guiado especialmente por los resultados obtenidos tras abrir la página de HTML5 Test (http://html5test.com), que, tras actualizarse en enero de 2012, contempla los estándares más actuales.
Puesto que siempre es interesante contar con más datos, además, hemos ejecutado también el benchmark que nos propone Acid3 (http://acid3.acidtests.org) y que está orientado a evaluar las tecnologías que permiten al usuario la interacción en las páginas de la Web 2.0. SunSpider JavaScript Benchmark (www2.webkit.org/perf/sunspider/sunspider.html), por su parte, valora la velocidad en la ejecución de lenguaje JavaScript y posee también una serie de subapartados que incluyen tests de criptografía, de descompresión de código o de iluminación de elementos 3D. Cabe decir que ambos sitios llevan tiempo sin actualizarse; así que, si bien es posible que las cifras obtenidas en estas dos pruebas no resulten particularmente significativas para determinar el funcionamiento del navegador en páginas de factura muy reciente, sí dejan constancia de su eficiencia en otras cuya arquitectura y diseño cuenten ya con cierta antigüedad.
Por último, también hemos ejecutado las pruebas que ofrece Browserscope(www.browserscope.org), que, además de brindarnos un análisis de nuestro navegador en los aspectos relacionados con la seguridad, abarca diversos apartados, a partir de los cuales se obtiene una puntuación global de la que también hemos querido dejar constancia. Todos los procesos han sido llevados a cabo en un equipo Pentium Dual Core a 2,60 gigahercios equipado con 4 gigabytes de RAM y ejecutando Windows 7.
La opinión de PC Actual
Extraño reparto de los usuarios
Una vez más, insistimos en que, al margen de lo que dictaminen los tests de compatibilidadcon los nuevos estándares de la World Wide Web, el número de usuarios con los que cuenta cada navegador resulta decisivo a la hora de garantizar que al emplearlo no experimentaremosdificultades para visualizar páginas ni para ejecutar aplicaciones on-line. Esta es una premisa que en ningún caso hay que perder de vista y en ella basamos en buena parte la puntuación que otorgamos en nuestra anterior comparativa. Cabe señalar, además, que tanto Internet Explorercomo Mozilla Firefox se encontraban entonces en una fase beta de su desarrollo. Así, pese a que ambas aplicaciones cosecharon puntuaciones bastante discretas, decidimos otorgarles el beneficio de la duda y puntuarlas al alza.
Lo cierto es que durante el año largo que ha transcurrido desde entonces, las mejoras que han ido introduciendo han resultado a todas luces insuficientes para que resulten competitivas y los resultados que hemos obtenido hoy testeando otros programas de uso más minoritario dejan constancia de ello. No obstante, no podemos menos que bonificar parcialmente a Firefox por su amplísimo abanico de complementos, capaces de potenciar la seguridad hasta límites que quedan vedados a sus adversarios y de brindarnos herramientas para todo tipo de tareas. En cuanto a Explorer, por mucho que mantenga la preeminencia en cuanto a número de usuarios y resulte siendo perfectamente apto en líneas generales, en el futuro tendrá que ofrecernos algo más para obtener mejor nota.
Un ascenso ganado a pulso
Ciertamente, Chrome constituye una clara excepción a la sentencia que hemos escogido como titular general a esta opinión, pues su número de usuarios es totalmente merecido. Empezó con muy buen pie a finales de 2008 y, pese a que no cuenta con ninguna funcionalidad espectacular ni revolucionaria, internamente ha ido mejorando constantemente. Los usuarios han sabido premiar la que parece haber sido la máxima de sus desarrolladores: si el navegador sirve para navegar, centrémonos en que se navegue rápido y bien. En definitiva, lo espectacular y revolucionario son las puntuaciones que este programa ha obtenido en la mayoría de los principales tests. A partir de ellos convendremos que, a día de hoy, merece convertirse en nuestro navegador principal.
Desafortunadamente, parece que el momento en el que Maxthon y Opera vean reconocidos sus indudables méritos no está próximo. No cabe duda de que somos los internautas los únicos que podemos cambiar esta tendencia, pero también cabe tener en cuenta que el hecho de que ninguno de los dos está demasiado presente en la mente de los administradores de sitios web, lo cual los deja en clara desventaja. En cualquier caso, no podemos menos que dejar constancia de su excelencia y esperar que el cambio de paradigma que parece estar asentándose en nuestros hábitos de navegación termine por recompensarlos merecidamente. En cuanto a Safari, pese a resultar perfectamente apto para las tareas habituales, sigue sin ofrecernos a los usuarios de PC razones suficientes como para que nos decidamos a recomendarlo.
Lo mejor: Se vislumbra un cambio de modelo
Pese a lo difícil que nos resulta a los internautas pasarnos a un nuevo software –especialmente si se trata de uno que utilizamos con tanta frecuencia como el navegador–, Chrome ha conseguido encumbrarse en solo tres años como el segundo navegador más utilizado. ¿Qué sucederá cuando transcurran tres más? La evolución es lenta, pero podríamos estar asistiendo a los primeros signos de un cambio de paradigma en el que, por fin, las aplicaciones más eficientessean las más utilizadas.
Lo peor: Los más usados son los menos aptos
Al margen de la imparable ascensión de Google Chrome, no existe una correspondencia entre los navegadores más rápidos y con mejor compatibilidad con HTML5 y los más utilizados. Puesto que la última palabra la tienen los webmasters, si escogemos un navegador de uso minoritarioprobablemente deberemos seguir usando Explorer u otra opción que goce de amplia difusión como alternativa para visualizar correctamente determinadas páginas.
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