Aunque, según la consultora Gartner, las ventas de PCs en Europa cayeron más de un 15% en el tercer trimestre del año, mientras subían un 50% las de tablets, es probable que Windows 8 logre poner freno a ese descenso.
Por un lado, su caracter multiplataforma, capaz de presentar una única interfaz e idénticas prestaciones en ordenadores al uso, tabletas y pseudotabletas, va a favorecer su elección como sistema operativo a aquellos que veían la necesidad de contar con un máquina específica para crear contenidos. Incluso puede impulsar la decisión de compra de un PC a quienes dudaban de la idoneidad de tener un tablet como único equipo, dadas las limitaciones de estos como instrumentos de trabajo.
Por otro lado, como podéis ver en nuestro Tema de portada, la diversidad de formatos que los fabricantes ponen a nuestra disposición junto con la prevista mayor penetración de dispositivos táctiles (portátiles, monitores que dotan a los sobremesas de estas prestaciones, AiO...) tienen por fuerza que animar el mercado ante tanto producto donde elegir.
Es verdad que las tendencias tecnológicas nos conducen a la máxima movilidad, pero también a facilitar la introducción de contenido, como demuestra la aparición de nuevas categorías de «tabletas» que se apoyan en la fuerza del teclado: los híbridos y los convertibles, cuyas diferencias explicamos también en nuestro Tema de portada. Al mismo tiempo, Intel sigue empujando el carro con los Ultrabooks, excelente revulsivo para nuestro sector si no fuera por sus todavía elevados precios.
Y si con los Ultrabooks no basta, según se ha difundido por la Red, Intel va a comercializar su propio ordenador Ivy Bridge con Core i3 y gráficos Intel por unos 300 $, que subirán a 500 si queremos meter RAM DDR3 (hasta dos módulos de 8 Gbytes), disco duro mSATA y Windows. Se trata de un equipo con factor de forma DIY, esto es, minúsculo, de 4 x 4 x 2 pulgadas; que se comercializará en dos versiones: Ethernet con 2 puertos HDMI o Thunderbolt con un HDMI. No será que no lo intenta, más aún cuando Apple parece plantearse romper una relación que iniciaron en 2006 y quedarse solo con la licencia de ARM para diseñar los chips a su medida.
Fuente:PCActual
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