Los servicios en la Nube han elevado la Red al siguiente nivel, convirtiéndola en una plataforma en la que podemos realizar acciones que antes solo éramos capaces de llevar a cabo de forma local en nuestro PC. Pero si hay un servicio que destaca por encima de los demás, ese es el almacenamiento en Internet.
El almacenamiento de los datos ha sido durante muchos años uno de los principales retos de los informáticos. Hemos presenciado la aparición de multitud de soportes y formatos, y el objetivo siempre ha sido conseguir dispositivos cada vez más pequeños, pero con mayor capacidad. No obstante, el presente y el futuro del almacenamiento se encuentra en la Nube. Pero, ¿qué es el almacenamiento en Internet?
Todo se reduce a una gran cantidad de discos duros, como los que hay en cada uno de nuestros ordenadores, localizados en las llamadas «granjas de datos», que están repartidas por todo el mundo, a los cuales podemos acceder a través de nuestra conexión a Internet. Este tipo de almacenamiento destaca principalmente por ser relativamente barato, adaptable a las necesidades de cada persona y, con las velocidades de conexión a Internet de las que disponemos hoy en día, resulta realmente eficiente. Además, al contrario que las memorias convencionales, podemos acceder a nuestros datos desde cualquier parte del mundo y sin necesidad de llevarlos encima. Tan solo necesitaremos estar conectados.
Durante los últimos años, este tipo de servicios de almacenamiento en la Nube ha vivido su época dorada. Y es que muchas empresas han puesto a punto servicios que ofrecen lo mismo:guardar nuestros archivos en la Red. A la hora de elegir entre las versiones gratuitas tenemos la opción de probar varios hasta encontrar el que más nos gusta. Pero con todo el abanico de servicios que hay resulta muy difícil elegir el mejor entre todas las versiones de pago.
Por ello, en esta comparativa vamos a tratar de encontrar al que destaca por encima de los demás. Ahora bien, ¿cuáles son los elementos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un servicio de almacenamiento en la Nube? En función de nuestras necesidades tendremos que dar más importancia a unos u otros.
Primera toma de contacto
La capacidad de almacenamiento de los distintos servicios es, sin lugar a dudas, lo que más importa a los usuarios. Es lógico si pensamos que lo que están buscando es poder alojar todos sus archivos en un disco duro en la Nube. En el mercado podemos encontrar un gran repertorio de servicios con distintas capacidades, desde un par de Gbytes hasta varios Tbytes para entornos empresariales, pasando por aquellos sistemas sin límite donde se paga por cada Gbyte ocupado.
Por otro lado, la capacidad del servicio está directamente relacionada con su precio. Cuanto más espacio se nos ofrezca, más nos costará. La mayoría de los servicios contempla versiones gratuitas, con unos cuantos gigas. Si solo queremos hacer uso de estos para guardar documentos, tendremos suficiente con estas versiones.
No obstante, si pensamos ocupar nuestro espacio con fotografías de alta calidad, música u otros archivos pesados, tendremos que plantearnos la posibilidad de pagar por alguno de los servicios, que hoy en día ya nos ofrecen opciones bastante rentables. Por norma, contratar un plan anual es mucho más económico que pagar mes a mes, pudiendo conseguir un descuento de hasta dos meses en todo un año.
Sincronización, colaboración, compatibilidad y mucho más
Un elemento vital de un servicio de almacenamiento en la Nube es la sincronización de las carpetas. Al principio, se limitaban a ofrecernos un espacio en el cual subir y dejar guardados nuestros archivos. Pero hoy en día su utilidad real llega cuando podemos sincronizar nuestras carpetas de forma automática, de manera que una carpeta que tengamos en el ordenador tenga su copia correspondiente en la Nube. Y, cada vez que modifiquemos algo en ella o guardemos un archivo nuevo, se sincronice con su versión en la Red.
Y es que los servicios de almacenamiento en la Nube no solo son útiles para guardar nuestros archivos; también son muy eficaces a la hora de compartirlos con otras personas. No podemos enviar elementos pesados a través del correo electrónico; en cambio, sí podemos subirlos a la Nube y enviar a nuestro contacto un enlace público que dirija a este archivo. Así, si pensamos utilizarlo para tareas colaborativas, aunque sea mínimamente, deberemos tener en cuenta si el servicio nos permite compartir archivos, o incluso carpetas.
No hay que olvidar algo muy importante: que el servicio elegido sea compatible con los distintos dispositivos y sistemas operativos que utilizamos a diario. Si somos usuarios de Linux para PC yAndroid para móvil, deberemos comprobar que ese servicio ofrece versiones específicas para estas plataformas. En caso contrario, casi todos cuentan con una versión web que se puede gestionar desde cualquier dispositivo con conexión a Internet.
Megaupload y la necesaria seguridad en Internet
No queremos olvidar una característica que importa muchísimo a los usuarios cuando van a contratar un nuevo servicio de almacenamiento en la Nube: la seguridad de los archivos que suben. Cada servicio tiene sus propias condiciones, y, por lo general, los que tratamos en esta comparativa ofrecen una alta seguridad a la hora de gestionar nuestros archivos on-line.
La mayoría promete cifrar los datos y que el acceso se realiza por medio de conexiones seguras. Otros aseguran que ni siquiera los empleados de la compañía pueden visualizar ningún dato de cualquier archivo que hayamos subido. En los de más calidad y con mejor reputación se guardan, incluso, versiones anteriores de todo lo que hemos subido, de tal forma que podamos restaurarlas en caso de así desearlo. Por el contrario, hay servicios que ni siquiera se responsabilizan de las pérdidas que podamos subir en caso de error.
Megaupload ha presagiado el que podría ser el futuro de los servicios de almacenamiento e intercambio de archivos. Aunque en su nacimiento era muy utilizado para enviar entre usuarios elementos de gran tamaño, rápidamente se convirtió en un medio para compartir archivos con derechos de autor de forma ilegal. Esta actividad la llevó a ser cerrada por el FBI hace tan solo unos meses, bloqueando todos los archivos, tanto los ilegales como los legales, y provocando a los usuarios pérdidas importantes.
Hoy en día esto podría afectar a los actuales proveedores de almacenamiento en la Nube. De hecho, algunos han cambiado las condiciones para prohibir la subida de archivos con derechos de autor. Si el que utilizas es empleado para subir y compartir archivos de forma ilegal, mantente a la expectativa. Su destino podría no ser muy diferente del de Megaupload…
Nuestro consejo
Si estás dispuesto a pagar por un servicio en la Nube, no optes directamente por un contrato anual. La vía mensual te permite conservar la opción de elegir otro de la lista si no quedas satisfecho. Es más económico contratar el plan anual, pero podría salirte más caro si, después, no es lo que pensabas. No obstante, hay ciertas características de los servicios que solo están habilitadas en sus respectivas versiones de pago.
En cuanto al precio, cabe hacer varias matizaciones. Contamos con el precio por mes y el precio por año de cada servicio. Por lo general, por la contratación de un año completo se suele hacer un descuento de un par de meses sobre el precio final. En cuanto al precio por Gbyte hacemos una distinción entre contratar con el precio mensual y hacerlo con el anual y el mencionado descuento, pero, en ambos casos, nos referimos a lo que nos cuesta pagar un Gbyte cada mes.
Conoce las pruebas realizadas por PCA Lab
Basta un solo vistazo a la Red para percibir la ingente oferta de sistemas de almacenamiento en la Nube con la que contamos los usuarios, lo que provoca que la simple tarea de elegir los que vamos a comparar sea algo muy complejo. Hemos optado por una serie de servicios que engloban la totalidad de las necesidades de cada tipo de usuario.
Así, nos encontramos con servicios enfocados a la copia de seguridad, otros a la edición on-line de archivos, otros tantos a la compartición de carpetas y al trabajo colaborativo, y todo ello sin olvidarnos de aquellos servicios de nuestro país que nos brindan soporte telefónico en nuestro idioma, dando así más confianza a los compradores que no dominan el idioma anglosajón y que, por tanto, prefieren contratar producto nacional. En cualquier caso, nuestro propósito ha sido probar y valorar exhaustivamente la modalidad gratuita de cada uno de los servicios.
También ha sido necesario centrar gran parte de nuestros esfuerzos en recolectar todos los datos necesarios de forma fiable. Hemos descubierto que algunas compañías juegan con cierta información para dar impresiones equivocadas a los compradores. Por ejemplo, no es lo mismo un espacio en disco de 1 GB (Gbyte) que de 1 Gb (Gbit), pues el primero es ocho veces más grande que el segundo.
Muchos servicios aseguran permitir abrir los archivos sin necesidad de descargarlos al equipo, cuando en realidad solo es posible hacerlo con las imágenes, pero no con los vídeos, la música o los documentos. Razones como estas son las que nos han impulsado a probar cada uno de los servicios por separado, sin tener en cuenta lo que nos decía el proveedor sobre ello.
Nuestra metodología ha comprendido la subida de documentos en formato .doc y .pdf, imágenes, vídeos y cortes de audio, sobre los que ejecutamos cada una de las opciones disponibles por el servicio que estaba siendo analizado. Esto nos ha permitido averiguar qué posibilidades tenemos con cada tipo de archivo.
Por último, hemos dado una especial importancia a probar las distintas aplicaciones que afirmaba tener cada proveedor. No podemos valorar de la misma forma un servicio «compatible» coniPhone y Android que otro que incorpora aplicaciones nativas para esos sistemas operativos. En el primer caso, lo que tenemos es un servicio accesible desde el navegador del móvil, y en el segundo una versión de software adaptada especialmente a ese dispositivo determinado. Con el auge de los smartphones y los tablets nos parece esencial analizar a fondo las aplicaciones móviles de los servicios que las ofrecen de forma nativa, para, así, comprobar qué funciones tienen habilitadas y correctamente implementadas en cada una de ellas.
Servicios de almacenamiento analizados
La opinión de PC Actual: Imprescindibles en el día a día
Dentro de los servicios que nos son útiles en el día a día nos encontramos dos variantes: los que disponen de interfaz web y los que se integran en el propio sistema operativo. La rapidez para utilizarlos es lo que gusta especialmente a los usuarios, que para compartir un archivo con un contacto solo tienen que entrar a una página web y subirlo, en el primer caso, o copiarlo y pegarlo en una carpeta de su sistema, en el segundo.
Por el contrario, nos encontramos también la situación opuesta: con ciertos servicios nos tocaría seleccionar qué archivos queremos sincronizar o qué carpetas, para, después, poder compartirlos con otros usuarios, metiéndonos así en un proceso bastante más tedioso y con muchos más pasos.
Aquellos que trabajan regularmente con servicios en la Nube tienen muy clara su elección con servicios como Dropbox, SugarSync o SkyDrive, que disponen de una interfaz web muy fácil de usar y accesible. Pero, además, también tienen aplicaciones de escritorio que se integran a la perfección en el sistema operativo. Subir un archivo a estos es realmente fácil y rápido, pero también lo es compartirlo con otros usuarios, que se reduce a un par de clics.
Por otro lado, están los servicios que hemos catalogado como más complejos, pensados para realizar copias de seguridad periódicas, sincronizar archivos que queramos proteger y tener permanentemente conectados los archivos de dos equipos distintos. En este caso tendríamos, por ejemplo, a Mozy, SpiderOak y Wuala, que no permiten ni siquiera acceder a ellos a través de la Web. No son lo ideal para el que busca trabajar día a día con la Nube, subir archivos sueltos, compartirlos, etc. Los del primer grupo están empezando a añadir opciones que los hacen mucho más atractivos. SugarSync, por ejemplo, permite sincronizar las carpetas que queramos de nuestro equipo. Y no es necesario fijar una hora concreta a la que hacerlo; se sincroniza al modificar cualquier archivo.
Un problema de entidad
Uno de los contratiempos más importantes que nos encontramos a la hora de utilizar servicios de almacenamiento en la Nube es la velocidad de subida de la que disponemos la mayoría de los clientes españoles. Casi la totalidad de las conexiones a Internet contratadas en España son asimétricas, es decir, tienen una velocidad de subida diferente de la de bajada. Así, mientras nos ofrecen 20, 30 Mbps de bajada o incluso más, tan solo tenemos 3 Mbps de subida. ¿Esto qué significa? Sencillamente, que subimos archivos 10 veces más lentamente que los bajamos. Podemos suponer lo que importa eso cuando deseamos subir a la Nube un elemento muy pesado.
Muchos servicios de almacenamiento están desarrollados en países con conexiones más rápidas que las nuestras. Entre otras cosas, los servicios de copia de seguridad y sincronización de grandes archivos no están triunfando aquí por eso. Copiar Gbytes de datos cada día llevaría muchísimo tiempo. Por ello, los servicios que nos permiten subir pequeños archivos y compartirlos son los que más pegada tienen, porque, aunque quisiéramos, nuestras conexiones no nos permiten llegar mucho más allá.
Lo mejor: Repletos de posibilidades
A la hora de elegir un servicio de almacenamiento en la Nube nos encontramos con un abanico muy amplio de opciones. Y no debido a que haya muchos servicios del mismo tipo, sino a que coexisten muchas clases diferentes que responden a necesidades distintas. Sea lo que sea lo que estemos buscando, lo encontraremos.
Lo peor: Todos tienen algo pendiente
Es precisamente esa diversidad que comentamos la que nos impide encontrar el servicio perfecto. Cuando uno consigue resaltar por encima de otro, todavía no tiene algunas funciones que ese último contempla. Que haya una variedad tan grande provoca que siempre apreciemos carencias en el servicio a contratar. SkyDrive, por ejemplo, es muy completo, pero aún no nos permite ampliar los 25 Gbytes. Y SugarSync no contempla la edición de archivos on-line. Y, sin duda, son dos de los mejores.
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