viernes, 24 de agosto de 2012

Los puntos de entrega, un complemento necesario para el eCommerce


Hace unos días, en este mismo blog, se mostraba una interesante infografía sobre el efecto de los gastos de envío en las compras y en los abandonos de carritos. Y datos más ocultos sobre las políticas derepercutir o no esos gastos de envío o incluso aplicarles un margen.
Parece claro que los gastos de envío generan un importante rechazo en el comprador. Que, en muchos casos, no está valorando cuánto le costaría coger un transporte público o su vehículo para desplazarse a hacer esa compra en un establecimiento físico.
En julio, UPS anunció la compra de la red de puntos de entrega Kiala. A mediados de agosto, Amazon anunció la puesta en marcha de su sistema de entregas en puntos de conveniencia o drop points, de la mano de Collect+, el líder de este servicio en el Reino Unido. Enrique Dans se hacía eco de la noticia y cómo ese punto en que la compra electrónica se vuelve proceso físico genera problemas o ineficiencias en las entregas domiciliarias.
Parece claro que la entrega en puntos de conveniencia se convierte en una interesante alternativa para comprador y vendedor a la hora de mejorar los procesos logísticos, para determinados productos por tamaño  y peso.
El comprador se olvida de la necesidad de estar en casa en un horario determinado (que suele coincidir con el laboral), no necesita ayuda de un tercero (vecino, familiar, portero..), ahorra dinero y tiempo y abandona la dependencia de un tercero en favor de la libertad de elegir donde y cuando recoger su compra.
El vendedor también tiene ventajas. Ofrece más alternativas (un aspecto clave, según la infografía mencionada), puede ofrecer un envío a un coste inferior al domiciliario, e incluso jugar con ofertas en función del método elegido.
Pero no por ello debe perder un nivel de exigencia. El mismo que se autoimpone en su tienda, con su catálogo y sus precios, debe pedirlo a la red elegida. Si los puntos no están en zonas de paso y sólo hay en polígonos industriales, si los horarios tampoco son compatibles con la actividad laboral o si la experiencia de recogida es complicada o incómoda, no está aportando una solución válida.
Esos puntos deben estar en zonas de viviendas u oficinas, para ser fácilmente accesibles al comprador. Sería deseable que el horario fuera amplio, incluyendo fines de semana y festivos, para poder recoger al ir o venir del trabajo o lugar de estudios, o poder dejar esa tarea para el domingo. Y deben ser lugares familiares y más o menos homogéneos. No parece adecuado que el punto pueda ser una peluquería, un locutorio telefónico o una fotocopistería. La homogeneidad de establecimiento, trato y proceso es importante para la experiencia del comprador.
Y para el vendedor, además, es necesario que ese punto esté acostumbrado a tratar con los importes que estos procesos conllevan. La comisión del punto por entrega es baja, por lo que si su ticket habitual es de 30-40 ó 50 euros (peluquería, gimnasio,…) y de repetición mensual, sus hábitos no encajan igual que si su venta habitual es de 2-3 ó 5 euros y se repite cada día o cada semana.
Por todo esto, igual que parece imprescindible ofrecer esta alternativa a nuestros clientes en las tiendas de comercio electrónico (obviamente, según el producto que vendamos), es necesario hacer una adecuada selección de la red de puntos, siendo necesario ir más allá de aceptar simplemente la red de franquicias de la propia paquetera.
Fuente: Brainsins

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