Después de casi 13 años gobernando nuestros ordenadores personales, el sistema operativo que tuvo un segundo renacer en la época dorada de los netbooks, anulando cualquier posible competidor por su comedida exigencia de recursos hardware y apoyo de los usuarios, nos dice adiós.
El 8 de abril de 2014 Microsoft dejará de dar soporte y lanzar actualizaciones de Windows XP y centrará todos sus esfuerzos en impulsar el nuevo Windows 8. Y es que este último no está dando los resultados esperados. Desde la compañía arguyen que el eslabón débil está en el lado de los fabricantes de ordenadores, que no han sabido diseñar equipos que acaparen la atención del consumidor suficientemente.
En cambio, otras voces señalan que casi es obligado hacer un curso de aprendizaje previo para moverse por una interfaz con intrincados caminos para abordar sencillas tareas. No sé. A mí me gusta. Me anima que por fin la gente de Redmond haya lanzado un producto innovador. Puede ser que le «falte un hervor», no digo que no. Pero, me he acostumbrado a que, en general, las empresas tengan tanta prisa por lanzar sus novedades que a todas ellas se les pueda señalar una «tara».
En cuanto a lo críptico de la interfaz..., no me parece mucho más complicada que Android o iOSy no he oído a casi nadie quejarse, por ejemplo, de la gestión de aplicaciones o sobre cómo se accede a determinados ajustes. Lo que está claro es que se trata de un paso hacia el futuro, un futuro del que os avanzamos alguno de sus protagonistas en nuestro Tema de portada y, más todavía, incluso hemos hecho un práctico con el miniordenador de moda, el Raspberry Pi, diseñado en el Reino Unido y del cual esperan vender un millón de unidades en un año.
A pesar de la modesta configuración de este equipo, que no alcanza los 50 euros con gastos de envío incluidos, sus posibilidades son múltiples: desde emplearlo como Media Center, hasta convertirlo en un sintetizador de audio. Es otra innovación que me gusta porque despierta la imaginación de los amantes de la tecnología. Y también aplaudo a Line, el competidor que pone en un brete al verdugo de los SMS, WhatsApp. Tal vez entre uno y otro impidan que los mensajes cortos cumplan su 21 aniversario.
Fuente:PCActual
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